Si uno de tus propósitos actuales es hacer caso de la OMS y reducir tu consumo de grasas saturadas te FELICITO, es un gran reto y poco a poco puedes conseguirlo.
Te dejo algunas ideas que pueden ayudarte:
-¿Que te apetece eliminar o reducir su consumo?
Tú te conoces mejor que nadie, sé sincera con tus posibilidades y busca un reto fácil y alcanzable. Piensa en lo que te puede aportar dejar de consumir grasas: ganar en salud, mejorar tu peso, mejorar tu colesterol, tu piel o conocer nuevos sabores, nuevos platos, nuevos bocadillos, ….
-Ves a tu ritmo y no dejes que nadie boicotee tu reto.
-Recuerda puedes empezar reduciendo tu consumo de embutidos y poco a poco eliminarlos. Es la opción más aconsejable.
-Identifica muy bien en que momentos del día sueles desearlos.
-Ten tu despensa y nevera bien surtida de alimentos más saludables que pueden ayudarte a sustituirlos de forma nutricional y energética.
– Intenta no recurrir a embutidos veganos llenos de procesados e ingredientes que no conoces, consumirlos no beneficia a tu salud, ni la del planeta.
-Recuerda las preguntas clave:
1.-¿Qué te aportan los embutidos a nivel nutricional?
Proteínas, grasa, aceite, minerales y sal.
2.-¿Qué te aportan los embutidos a nivel energético?
Sabor fuerte, concentración, solidez, potencia, calor, fuerza, satisfacen…
No olvides tener tu despensa llena de alimentos saludables que cubran estás dos necesidades básicas para tu organismo y te ayuden a superar tu necesidad de consumir embutidos.
-Si quieres ser más consciente y sabia, no te quedes con lo que te digo yo o los demás, siente, experimenta, y decide con seguridad y confianza para ti, tus seres queridos y el planeta.
Si tienes un apego muy grande a los embutidos es mejor sustituirlos por alimentos saludables que te aporten nutrientes de calidad:
Un hummus de garbanzo con pimentón rojo es una opción fácil y saludable. Te dejo enlace directo de receta https://www.estefaniverdeyvegetal.com/la-receta-de-hummus-perfecta/
El tofu ahumado lo venden tal cual y a diferencia del tofu crudo puedes tomarlo sin ningún tipo de cocción porque ya ha sido ahumado y esto facilita su digestión. Aunque a la plancha está especialmente bueno.
Olivada o paté de olivas. Puedes encontrarlos de buena calidad en el mercado con pocos ingredientes saludables y ecológicos.
Un trozo de tofu ahumado y paté de oliva es una combinación perfecta para sustituir embutidos.
Aguacate puede ser otra opción, pero hay que convertirlo en un paté potente con aceite de oliva virgen extra y una cucharadita de pasta de umeboshi, conseguirás así un extra de grasas saludables, fermentados y sal, te calentará y te saciará mucho más que un aguacate crudo o un guacamole.
No hay que olvidar que los aguacates vienen de lejos que no están todo el año en temporada y por eso en algunas época son bastante caros. Es importante que practiques el consumo consciente y de proximidad.
Si aún estás en etapa de transición hacía una vida verde, vegetal y energética puede ayudarte también, tomar algo de pescado como anchoas, salmón o sardinas.
Mi alimento favorito para sustituir los embutidos es sin duda el tempeh de garbanzos en cualquier forma: a la plancha, en forma de queso o en paté. Igual que los embutidos es una proteína y también un fermentado. Una de las mejores formas para conseguir que el tempeh nos recucerde a los embutidos es macerarlo en miso para que aumente su sabor a salado, a más fermento, más potencia y más minerales. Como toque final puedes añadir un toque de pimentón.
Te dejo receta.
Ingredientes:
-1 bloque de tempeh fresco de garbanzos (c ortado por la mitad transversalmente )
-Miso blanco (Shiro miso) o Mugi miso(si hace frío)
-Aceite de oliva virgen extra.
-Pizca de pimentón.
Preparación:
-Cubrir cada trozo de tempeh con una capa fina de miso blanco por todos sus lados.
-Colocar un trozo encima del otro y guardar en la nevera durante un día.
-Retirar el miso blanco de cada trozo de tempeh. Cortar el tempeh en trozos pequeños.
-Calentar un poco de aceite de oliva en una sartén y freír el tempeh durante 3 minutos.
-Ideal para ensaladas, bocadillos, desayunos…
¿Lista para dar el salto a una vida sin embutidos?